Complejidad económica emergente en Veracruz: bases para estrategias de desarrollo regional

Este capítulo explora cómo la teoría de la complejidad económica puede ser una herramienta clave para impulsar el desarrollo regional en Veracruz, un estado con una estructura económica diversa, pero que enfrenta importantes desafíos en términos de desigualdad y crecimiento económico. La complejidad económica, en esencia, se refiere a la capacidad de una región para diversificar sus actividades productivas y generar bienes y servicios de mayor sofisticación, lo cual puede traducirse en un crecimiento económico más sostenible y equilibrado. El aumento en la diversificación económica permite a las regiones ser más resilientes y menos dependientes de sectores tradicionales (como la agricultura) que, a menudo, son vulnerables a la fluctuación de los mercados globales. El análisis realizado a través del índice de complejidad económica (ICE) en Veracruz revela diferencias significativas entre los municipios, con algunas áreas que se destacan por su capacidad de innovar y diversificarse, mientras que otras siguen atrapadas en actividades económicas tradicionales que tienden a ser menos sofisticadas y fácilmente sustituibles.
Este desequilibrio tiene profundas implicaciones para la economía del estado, ya que se manifiesta en una persistente desigualdad entre las zonas rurales y urbanas, así como en las disparidades en el acceso a oportunidades de empleo, educación y bienestar social. A partir de este estudio, se proponen enfoques preliminares de políticas públicas orientadas a aumentar la complejidad económica del estado. Entre estas, se destaca la importancia de fomentar la diversificación productiva, mediante incentivos para atraer inversiones en sectores de alta tecnología y manufactura avanzada. También se enfatiza la necesidad de desarrollar el capital humano, mediante el acceso a una educación técnica y universitaria de calidad, particularmente en regiones que actualmente carecen de esta oferta educativa. Además, se subraya la urgencia de fortalecer la infraestructura, mejorando la conectividad y las capacidades logísticas para facilitar el comercio y la integración en cadenas productivas más sofisticadas.